Vivir bajo presión requiere mucha calma

“Algunos no están preparados para esa coacción”
Vivimos en constante tensión, sea en el trabajo, en el tránsito o en la vida amorosa. El hecho es que para lograr sobrevivir a esa presión casi natural del mundo moderno es necesaria mucha tranquilidad. Sin embargo, no todos consiguen mantener la calma.
Es lo que explica el psiquiatra Leonard Verea sobre los que no logran vivir bajo presión. “Eso sucede porque algunos no están preparados para esa coacción, que debe existir y mantenerse en un nivel de tolerancia, que es específica para cada individuo, resultado de la educación, cultura, experiencias de vida, entre otras cosas. A veces, esa presión se acumula y sobrepasa el límite de la tolerancia.”
Para mantenerse en ese límite y soportar la presión, es necesaria mucha calma. “Es necesario permanecer tranquilo por algún tiempo, para que el nivel de tolerancia pueda aumentar y, a partir de eso, adecuarse mejor al medio, para encontrar la forma de superar ese desafío”, aclara Verea.
Para el psiquiatra, la presión tiene su lado bueno. “Nos ayuda a alimentar el deseo, la motivación y la necesidad de alcanzar el objetivo, haciendo que busquemos nuevos desafíos. Si todo llega fácil, no hay estímulo.”
Pero, claro que cuando esa presión es exagerada, también hace mal. “Porque hace a la persona sufrir, sintiéndose impotente para enfrentar los desafíos y desestimulando la búsqueda. Dependiendo de la presión, la persona puede desarrollar hasta pánico”, especifica él.
Además de esas consecuencias emocionales, están también las que se reflejan en el cuerpo. “Cuando no logramos lidiar con ella, terminamos somatizando en nuestro cuerpo, con problemas en el aparato digestivo, circulatorio, el corazón, en fin, cada uno de nosotros tiene un órgano clave, que es el primero en ser alcanzado en caso de algún problema emocional.”
Como evitar el desgaste
Para que logremos vivir bajo presión de todas las fuentes y maneras, es vital colocar algunos consejos en práctica. “Tenemos que saber definir prioridades. Consiguiendo hacer opciones, y definiendo prioridades, logramos vivir nuestra vida, pensando en el ahora. Y aunque hagamos la elección equivocada, tenemos que aprender con eso. No sirve sufrir. Haga de eso una lección y siga adelante”, finaliza Verea.