Vea cómo fue el Clamor Universal por el Cambio de Espíritu

Vea cómo fue el Clamor Universal por el Cambio de Espíritu

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En representación de sus estados y países, los obispos y pastores clamaron, en una sola fe, en favor de los pedidos de todos los que participaron de la «Hoguera Santa del Cambio de Espíritu».

Mensaje del obispo Renato Cardoso:

Luego del clamor, el obispo Renato Cardoso habló sobre la diferencia entre la riqueza del alma y la riqueza material, destacando que no tiene sentido ser próspero económicamente si el alma es miserable.

Si usted no cambia su espíritu, de manera que esté sujeto a Dios, no sirve que se enfoque en las bendiciones materiales.

No hay nada en este mundo que pueda satisfacer el alma humana: solo el Espíritu de Dios.

Alma rica vs. alma pobre:

El obispo destacó que la razón por la que muchos tienen los bolsillos vacíos no es por falta de capacidad, oportunidad, dinero, sino porque la mente está pobre. Y los que solo tienen dinero su alma es miserable porque hacen todo por dinero, pensando que en este encontrarán la felicidad.

Lo que dice la Palabra de Dios:

«Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma» 3 Juan 1:2.

«Él quería que su compañero fuera próspero y saludable físicamente tal como era próspera su alma. En otras palabras, primero la prosperidad del alma, después la prosperidad en el cuerpo y en el bolsillo.

«Oh Señor, sálvanos ahora, Te ruego. Te ruego, oh, Señor, que nos hagas prosperar ahora.» Salmos 118:25

«Él pide dos cosas, primero la Salvación del alma, porque es la riqueza del alma. Después pide la prosperidad. Los antiguos tenían el conocimiento de que la verdadera riqueza no es la material, sino la del alma.

En Lucas 12:19-21, Jesús dice: «… y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años, repósate, come, bebe, regocíjate. Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma, y lo que has provisto, ¿de quién será? Así es el que hace para sí tesoro, y no es rico para con Dios».

Es lo que quiere la mayoría de este mundo. Viajar, disfrutar, comprar. Pero ¿qué es lo que prioriza? Este hombre priorizó la riqueza material y Dios lo llamó loco.

Para Dios lo más fácil es dar dinero, pero ¿por qué no le da a usted lo que le gustaría? Porque, si le diera más dinero y su alma fuera pobre, las posibilidades de que usted siga perdido aumentarán.

El dinero solo potencia lo que la persona realmente es. Si la persona es de Dios, su alma es próspera, y entonces exterioriza esto con sus actitudes, haciendo lo correcto, sirviendo a Dios. Por otro lado, darle mucho dinero a una persona de alma pobre es lo peor que usted puede hacer, porque esta persona se destruirá.

«Cuando usted descubre que la mayor riqueza que puede alcanzar es entrar en el Reino de los Cielos, todo lo demás de este mundo se vuelve infinitamente menor», finaliza el obispo.