“Varias veces pensé en terminar con todo, ya no soportaba vivir”

Los problemas de Sandra Aguilar comenzaron desde pequeña. “Sufrí varios intentos de abuso de parte de familiares.
Pensaba que iba a ser feliz pero cuando quedé embarazada mi novio me pidió que abortara. Después conocí a quien hoy es mi esposo y volví a quedar embarazada, nos fuimos a vivir a la casa de su hermano, armamos una casilla de chapas.
Después, él empezó a tomar, a drogarse, se puso violento y me pegaba. Varias veces pensé en terminar con todo porque no soportaba seguir así. Él se sometió a tratamientos psicológicos. Yo estaba tan mal que me automedicaba con antidepresivos.
Hasta que un día, un compañero de mi esposo le habló de la iglesia, empezamos a participar. Pude superar mi pasado, abandoné las pastillas. Construimos nuestra casa, mi esposo dejó los vicios y yo estoy libre somos felices, gracias a Dios”.