¿Usted es inmune a la envidia?

Jesús enseñó que el Espíritu Santo vivifica y da vida, sin embargo, la carne se pudre y no tiene ningún provecho. Dios no quiere darle una vida pequeña, sino que quiere entregarle la Eternidad. Dios no desea que ruegue por pequeñas bendiciones, Él quiere que usted sea la propia bendición. Dios quiere darle al Espíritu Santo, la mayor riqueza que el ser humano puede alcanzar, pero, para eso, usted necesita quererlo mucho más que Él.
Hay personas que sufren de envidia. Tal vez las personas a su alrededor le tengan envidia, pero puede suceder lo contrario: usted puede tenerles envidia a los demás. La envidia es un síntoma del que vive en la carne y demuestra que su vida no está en las manos de Dios. El libro de Santiago, capítulo 3, del versículo 14 al 16, explica claramente el tema, donde hay envidia también está la presencia del mal.
Por otro lado, cuando usted tiene al Espíritu Santo, está inmune a la envidia, a la codicia, a la brujería, a la hechicería, a la magia y a todas las cosas del infierno. Seguramente pasará luchas en casa, en el trabajo y en la familia, no obstante, habrá paz en su interior, porque la Eternidad habita en usted. Donde está Dios hay fe, inteligencia y tranquilidad.
El Reino de los Cielos es espiritual y solo el que tiene al Espíritu Santo puede entrar al paraíso. Para que esto ocurra, debe abandonar su voluntad para hacer la de Dios. Jesús dijo que jamás dejará al hombre solo, por eso, le dio el Espíritu Santo a la humanidad. Solo Él puede protegerlo de la envidia y salvarlo de los peligros del mundo.
Muchas personas pierden empresas, negocios, trabajos, relaciones y bienes debido a la envidia. ¿Qué más espera perder para entender que necesita del Espíritu Santo? Búsquelo y entréguele su vida al Señor Jesús. Él es la fuente que siempre reboza y que estará con usted durante toda su vida.
Si usted ha sido víctima de este mal y necesita la protección de Dios, participe este viernes, a las 8 h, 10 h, 12 h, 16 h o 20 h, del Santo Culto de Liberación y, por la fe, todos los espíritus malignos que lo han hecho sufrir se irán de su vida. ¡Haga la prueba!
En el Templo de la Fe, Av. Corrientes 4070, Almagro o en la Universal más cerca de su domicilio.