¿Un niño debe ser bautizado?

¿Un niño debe ser bautizado?

Por

Con más de 3 millones de visualizaciones, un video llamó mucho la atención en Facebook. En él, un padre levanta a su hija después del nacimiento y, con una oración, la presenta a Dios.

Vea el video a continuación:

«Te presento y consagro a Ti en este momento, Jesús, a Anna Clara, Su sierva. Que pueda llenarla de unción, intrepidez, osadía; que puedas bendecirla muchísimo, alargar sus fronteras, apártala de todo mal. Que Tus potentes manos sean con ella, Padre. En el nombre de Jesús, que sea llena de Tu Espíritu Santo», dice en el video, que fue grabado en el 2011, pero compartido este año por la madre de la niña. Hoy Anna Clara tiene 5 años.

La actitud del padre de la niña nos recuerda una práctica bíblica, por la que hasta el propio Señor Jesús pasó: los dos padres presentaron (consagraron) a sus hijos, después del nacimiento, a Dios:

«Y cuando se cumplieron los días de la purificación de ellos, conforme a la ley de Moisés, le trajeron a Jerusalén para presentarle al Señor.»  Lucas 2:22

Pero, ¿usted sabe por qué Jesús fue presentado, y no bautizado, como es tan común en algunas prácticas religiosas?

¿Bautizar o consagrar?

El bautismo representa la confesión pública de que la persona acepta al Señor Jesús como Su único y suficiente Salvador, y que, a partir de aquel momento, está muriendo para una vida de pecado y comenzando una nueva vida, basada en los preceptos cristianos.

Es una decisión importante y que representa la creencia en el plan de Salvación que Dios estableció para la humanidad:

«El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado.» Marcos 16:16

Creer implica tener consciencia para decidir, el niño aún no está apto para eso. Cuando los bautizan, quien está decidiendo su creencia son sus padres. Y ¿dónde está el libre albedrío en eso?

Cuando era niño, Jesús fue presentado a Dios por Sus padres terrenos, y solamente algunas décadas después Él descendió a las aguas bautismales, en una demostración de decisión voluntaria, también para dejar el ejemplo:

 «Entonces Jesús vino de Galilea a Juan al Jordán, para ser bautizado por él.»  Mateo 3:13

El bautismo es una decisión personal e intransferible. Le corresponde a los hijos decidir, más tarde, cuando sean capaces de tomar decisiones por sí mismos, el camino que seguirán. A los padres les cabe solamente enseñarles el camino de la fe:

«Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.»  Proverbios 22:6