Reunión especial en Mendoza

El pasado lunes 24 de febrero, a pesar de las inclemencias del tiempo, unas 2500 personas estuvieron presentes en una concentración de fe y milagros que realizó el obispo Djalma en la provincia de Mendoza. En la catedral de la Universal ubicada en Rioja 1448, antes de que comenzara el evento, cientos de personas se acercaban con sus familiares desde distintos puntos de la ciudad para participar de una reunión que, con certeza, bendeciría sus vidas.
“En la hora del desierto, en la hora de la lucha, ¿usted ha logrado mantener los ojos en Jesús? Porque mantener los ojos en Jesús en las buenas es muy fácil, es muy sencillo, pero hay que mantener los ojos en Jesús principalmente en los momentos difíciles. Todos enfrentamos luchas, problemas y dificultades, pero si nosotros invocamos a Dios, Él va a ser con nosotros. Josafat era un hombre de Dios entonces la guerra de Josafat no era de él sino de Dios”, explicó el obispo.
El pueblo mendocino pudo comprender a través de este mensaje que no es difícil aproximarse a Dios, lo importante es tomar la decisión de hacerlo con sinceridad y con fe, haciendo así, cuando venga un problema, ese problema será transferido a Dios y usted tendrá la victoria por la fe.
La fe nos fue revelada para creer, entonces, si creemos en Dios no podemos dejarnos dominar por las circunstancias, por el miedo. Es necesario buscar a Dios, invocarlo, de esta manera Él se manifestará en nuestras vidas haciendo maravillas.
Luego de orar por el pueblo de fe, muchas personas dieron testimonio de su sanidad y otras tantas fueron libres de lo que causaba los problemas en su vida, pero lo más importante fue que recibieron la Salvación. Para finalizar oraron para agradecer a Dios, el Autor y Consumador de la fe, por las bendiciones recibidas.
Una muestra de las maravillas que Dios hizo en la concentración de fe son los siguientes testimonios:

Isabel: “Estoy operada de la columna y tengo mucho dolor de la rodilla, me iban a operar también y hoy se me fue todo el dolor. No tengo nada”.

María: “Durante siete meses no podía flexionar las rodillas, estaba muy dolorida, y ahora si puedo hacerlo. Estoy llorando de alegría”.

Rogelio: “Yo tenía diabetes, por eso sufría de las piernas y los pies, se me dormían las manos. Vine con dolor en los pies y ahora no siento nada. Se me fue todo gracias a Dios”.

Marta: “Hace un año que tenía artrosis en todo el cuerpo, me dolía al sentarme porque la artrosis afectó la columna y la cadera. En la oración se me fue el dolor, desapareció completamente”.