¿Qué debo hacer con quien me trata mal?

El secreto para lidiar con esta situación es muy simple. Preserve el bien mayor, que es la fe en el Señor Jesús. Tenga sus ojos enfocados solamente en Él. No mire a lo que las personas dicen o hacen, ya que eso seguramente desmotivará su fe.
Las personas dicen o hacen cosas que no siempre son correctas, incluso dentro de la Iglesia, y terminan lastimándonos. Pero el Señor Jesús jamás nos decepcionará.
Trate de evitar acercarse a las personas que no han contribuido a su fe, pero hágalo con humildad y en espíritu, con la intención de preservar su fe y cuidar su corazón.
Tenga buenos ojos para con esas personas y ore por ellas, pidiéndole a Dios que las bendiga.
Busque fuerzas y sabiduría en Dios. El Espíritu Santo está cerca de usted, preparado y deseoso para ayudarlo en esta caminata. Él tiene cosas maravillosas planeadas para usted y, crea: cuanto mayor es la lucha, mayor será la victoria.
Esté firme y mírelo solo a Él.
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