Por qué mi vida no cambia

Por qué mi vida no cambia

Por

xq874
En Hebreos 10: 38 dice que quien merece las bendiciones de Dios es el justo, la persona que está limpia. Si todos somos pecadores, cómo una persona puede ser pecadora y justa al mismo tiempo. Nosotros no somos justos por nosotros mismos, no merecemos nada por nosotros mismos, pero cuando depositamos nuestra fe, nuestra confianza, nuestra vida en Jesús que era justo, perfectamente justo, y murió justo cargando los pecados, somos justificados delante del Padre. Jesús murió por mí, por todo el mundo, pero no todos tienen acceso al Padre porque no colocaron su vida en Quien justifica. Si yo voy a Jesús por la fe, por causa de mi fe en Él, automáticamente soy lavado, purificado y tengo acceso personal a la presencia del Padre.

La religión tradicional enseña que la madre va a interceder al Hijo por usted, Dios no tiene madre. Si Dios tuviere madre, la madre sería mayor que Él. Es solo cuestión de pensar. Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo son uno, no hay madre. Ahora, a través de Jesús usted tiene el derecho de entrar en la presencia de Dios. Eso es fe porque usted no ve al Padre, al Hijo ni al Espíritu Santo, no ve nada, la fe es eso, la fe inteligente está apoyada en la Palabra. Cuando usa la imaginación, su intelecto, su razón junto con los pensamientos de Dios, entonces, usted recibe la fe práctica, la fe divina, la fe que hace la diferencia.

La Palabra de Dios enseña que en Jesús tengo acceso a la plenitud, a la totalidad de Dios, eso funciona en la mente, no tiene nada que ver con la emoción, con el sentimiento. La Palabra de Dios dice: “Mas el justo vivirá por fe…”, el justo tendrá vida por la fe, no por la religión. Fe es dependencia de Dios. “… si retrocediere, no agradará a mi alma.” quiere decir que si usted está en el camino de la fe, pero retrocede, está perdido porque el diablo entra en acción con el miedo, la duda, la ansiedad, la emoción y usted pierde.

Cada uno de nosotros puede evaluar su fe para ver si agrada o no a Dios. Jesús dice que si tuviéramos fe como un grano de mostaza podríamos mover montañas. Usted puede medir su fe por su atención, dependencia y obediencia a la Palabra de Dios. Cuando usted obedece a la Palabra de Dios, pura y simplemente, está manifestando la fe. Nuestra obediencia a la Palabra de Dios muestra el grado de fe que tenemos.

En Génesis 26:2-5 dice: “Y se le apareció Dios, y le dijo: No desciendas a Egipto; habita en la tierra que Yo te diré. Habita como forastero en esta tierra, y estaré contigo, y te bendeciré; porque a ti y a tu descendencia daré todas estas tierras, y confirmaré el juramento que hice a Abraham tu padre. Multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo, y daré a tu descendencia todas estas tierras; y todas las naciones de la tierra serán benditas en tu simiente, por cuanto oyó Abraham Mi voz, y guardó Mi precepto, Mis mandamientos, Mis estatutos y Mis leyes.”. Dios sabe que usted necesita prosperar y Él quiere prosperarlo a usted y a su descendencia a través de su obediencia a Su Palabra.

La fe que debemos presentar a Dios exige que nuestra vida sea de acuerdo con Su Palabra. Si usted no arregla su vida, si sabe que está haciendo algo mal, y sigue viniendo a la iglesia, ora, ayuna y su vida no cambia, entonces, debe encuadrar su vida en la Palabra de Dios. O usted es o usted no es, su vida depende de su fe y su fe depende de su entrega incondicional a Dios.

Secretos y misterios de la fe con el obispo Macedo, todos los domingos a las 18h, en Av. Corrientes 4070 – Almagro y en todas las Universal del país por videoconferencia.