«Pensé en suicidarme para que se terminaran mis problemas matrimoniales»

Violeta y Orlando unieron sus vidas en un casamiento colectivo de la Terapia del amor. «Fue un día muy hermoso. Era un sueño que teníamos», señala ella. Sin embargo, recuerda que no siempre fueron felices: «Antes, sufría de hemorragias que me duraban quince días. Tenía una anemia muy grande y, a veces, me desmayaba en la calle. Siempre tenía muchos nervios, no estaba dispuesta para mi esposo y eso me traía problemas matrimoniales».

Orlando agrega: «Estábamos muy mal. Era horrible lo que vivíamos. Teníamos discusiones por cualquier motivo. Solía quedarme por muchas horas en el trabajo para no volver a mi casa. A veces pasábamos días sin hablarnos».

Por otro lado, Violeta estaba segura de que lo que vivía era algo normal. «Creía que era lo que me había tocado y que eso iba a seguir así el resto de mi vida», señala y agrega: «Llegué a pensar en suicidarme para que se terminaran mis problemas. En una oportunidad estuve parada en las vías del tren, a punto de hacerlo. Lo único que me frenó fue pensar en mi hijo más chico. Pensé que, si lo hacía, no había quién lo criara».

«Siempre pasaba por la Iglesia Universal, pero pensaba que tenía que pagar. Hasta que una amiga me dijo que era gratis. Cuando fui, dije: “De acá no me voy más”. A la segunda semana de participar, ya no tenía hemorragias y podía dormir bien. Cuando mi esposo llegaba, ya no le gritaba y no le faltaba el respeto. Un día, llegué a la reunión y lo vi a él sentado en la iglesia. No lo podía creer», relata.

Juntos empezaron a asistir y se inició la transformación. «Aunque había problemas y cosas que resolver, empezó a haber un cambio en mi familia. Mi trato hacia ella cambió. Cuando estábamos juntos, charlábamos», señala Orlando.

Él recuerda que durante una reunión el pastor explicó la importancia de tener la bendición de Dios en el matrimonio. «Eso nos llevó a tomar la decisión de casarnos», resalta.
Violeta comenta: «Hace treinta y dos años que estábamos casados por civil y cada año consagrábamos las alianzas, pero nos faltaba recibir la bendición de Dios en el Altar. Tomamos la decisión y empezamos con los preparativos. Fue hermoso. Desde entonces, estamos más unidos todavía. Disfrutamos mucho estar juntos y todas las bendiciones que Dios nos da. Tenemos nuestra casa, auto, camioneta, nuestro negocio y una familia hermosa. Hoy somos muy felices».

En las charlas de la Terapia del Amor, que se realizan todos los jueves, la Universal busca concientizar tanto a los casados como a los solteros, sobre la importancia de curar el alma, de invertir en sí mismo y de actuar de acuerdo con la razón.

Participe a las 8 h, 10 h, 16 h y 20 h en la Universal más cerca de su domicilio.

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