Martes de sanidad

Rodrigo: «Comencé a participar de las reuniones de sanidad, los martes, porque tenía un quiste en la cabeza que estaba creciendo. Lo tuve por alrededor de un año, pero yo decidí asistir a la iglesia con la seguridad de que Dios me iba a sanar y así fue. El quiste desapareció, estoy sano».
Alba: «Yo tenía problemas del corazón, tenía las arterias tapadas y se me había agrandado el corazón. Cuando caminaba una cuadra, tenía que parar unas cinco veces. Pero comencé a participar de las reuniones de sanidad, luego me volvieron a hacer todos los estudios y salieron bien. El médico me dijo que mi corazón no tiene nada. Valió la pena participar de las reuniones».