Mal de Chagas, entre la escasez y las promesas

Mal de Chagas, entre la escasez y las promesas

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La llaman la enfermedad desatendida, aunque afecta a unas 10 millones de personas en el mundo, principalmente en América Latina.

El Mal de Chagas (tripanosomiasis americana) es una enfermedad que la Organización Panamericana de la Salud adjudica como una consecuencia de la pobreza, sobre todo en áreas rurales.

Pero, sorpresivamente, pese a que millones de personas la padecen, y que se estima que un tercio de los contagiados pueden sufrir problemas cardíacos, sólo un laboratorio en el mundo produce el medicamento que se usa para curar esta enfermedad endémica en la región.Y para colmo, hay dudas sobre si dicho laboratorio seguirá produciéndolo.

Escasez

La enfermedad se contagia a través de las heces de insectos triatomíneos, llamados comúnmente vinchucas, chinches o chipos, y está presente en varios países de América Latina. Pero es especialmente fuerte en Bolivia y Paraguay.

«El problema es que hubo un incremento importante de la demanda del medicamento en los últimos años porque ahora hay más capacidad de detectar y atender a quienes sufren del Chagas» James Fitzgerald, asesor de la OPS

«Miles de personas se quedarán sin tratamiento de la enfermedad de Chagas en los próximos meses debido a la escasez de benznidazol, el medicamento usado como primera línea en la mayoría de países endémicos», señaló en un comunicado la organización Médicos Sin Fronteras (MSF).

«La responsabilidad de fabricar el principio activo (una suerte de materia prima del medicamento) usado por este laboratorio fue recientemente transferida a una única compañía privada, Nortec Química (en Sao Paulo). A día de hoy no hay suficiente principio activo para producir las píldoras que se necesitan y Nortec todavía tiene que validar su producción», agregó MSF.

La materia prima que fabrica Nortec es enviada al laboratorio Lafepe, en Pernambuco, donde se elabora la medicina para el Chagas.MSF y trabajadores de la salud en la región critican que Lafepe no ha respondido a las solicitudes de información sobre el medicamento y que tampoco ha dado a conocer un cronograma de producción que permita planificar la atención a los pacientes.

Quien sí ofreció una explicación fue la Organización Panamericana de la Salud, que en varios países es la encargada de intermediar para los gobiernos la adquisición de medicamentos para diferentes problemas de salud pública. «El problema es que hubo un incremento importante de la demanda del medicamento en los últimos años porque ahora hay más capacidad de detectar y atender a quienes sufren del Chagas», señaló James Fitzgerald, alto asesor de medicinas esenciales de la OPS.

Según la OPS, los síntomas más agudos pueden ser alteraciones cardíacas, digestivas, neurológicas o combinadas. Fitzgerald explicó que la empresa que fabricaba en Argentina la materia prima del benznidazol dejó de hacerlo y el laboratorio Lafepe, en Brasil, se fue quedando sin el suministro crucial del medicamento.

«Pero el gobierno de Brasil ya tomó las medidas con una empresa que se llama Nortec, para que empiece de inmediato a producir la materia prima y así enviarla en noviembre y diciembre a Lafepe, para entonces reanudar la producción del benznidazol», señaló el funcionario de la OPS.

El ministro de Salud de Brasil, Alexandre Padilha, aseguró esta semana que su gobierno garantizará la demanda del medicamento y entregará más de 200.000 comprimidos a MSF. En Brasil se producen poco más de 1,2 millones de tabletas de benznidazol al año, y las autoridades afirman que se buscará duplicar este monto durante el próximo año.

Riesgos inmediatos

Pese a las promesas de funcionarios, en el terreno, donde se combate el Chagas, ya se habla de efectos inmediatos. «En lo que respecta a Paraguay tenemos identificados a un grupo de personas que están en lista de espera para el tratamiento (de la enfermedad, pero por la falta de medicamento no se los puede atender» explica Celsia Feltes, directora del programa de atención al mal de chagas en Paraguay

«En lo que respecta a Paraguay tenemos identificados a un grupo de personas que están en lista de espera para el tratamiento (de la enfermedad, pero por la falta de medicamento no se los puede atender», señalo a BBC Mundo Celsia Feltes, directora del programa de combate del Mal de Chagas en este país. Son más de 70 personas que están directamente afectadas en Paraguay, actualmente por falta de tratamiento.

«Generalmente se trata la enfermedad en su etapa aguda, cuando aún no aparecen los síntomas más peligrosos, pero no se atiende a los que tienen una diagnóstico crónico que aún no están en peligro de un paro cardíaco», dice Feltes.

Fitzgerald dice que algunos estudios científicos en poder de la OPS señalan que pudiera ser necesario ampliar la respuesta médica a la etapa crónica del Mal de Chagas y no esperar a que se agrave en su estado agudo. Sin embargo, advierte Feltes, de ampliarse la prescripción del tratamiento podría haber aún más problemas de suministro del medicamento, como ocurre actualmente. «Por eso es que le decimos la enfermedad desatendida, pese a ser una de las tres más infecciosas de la región», apuntó.