Los países más solidarios del mundo

Los países más solidarios del mundo

Por

Estados Unidos, Israel y Canadá ocupan los primeros tres lugares. Argentina se encuentra en el cuarto puesto, según la investigación realizada por la Universidad John Hopkins de los Estados Unidos y publicada por el diario International Herald Tribune. El lugar que ocupa la Argentina sólo es superado por los Estados Unidos, Israel y Canadá. En tanto que detrás de nuestro país se ubican España, Irlanda, Gran Bretaña, Holanda y Suecia. La Argentina es el único país de Latinoamérica que realiza aportes significativos en el ámbito de la filantropía privada. El estudio revela, asimismo, que la Argentina es el duodécimo país del mundo en cantidad de voluntarios. Este dato confirma la magnitud del capital social presente en nuestro país que según un estudio de Gallup, ya en el año 1998 revelaba que había 3.200.000 voluntarios.

Una de las grandes revelaciones de este informe, además de las lista de países, es el avance que se ha desarrollado con respecto a la norma ISO 26.0000 ¿Qué implica esta nueva legislación? La misma está siendo abordada por la Organización Internacional de Normalización ISO con el objetivo de establecer un estándar mundial que brinde una guía de Responsabilidad Social que será implementada por empresas, ya sean de pequeña o gran escala, en países en diferentes etapas de desarrollo. En este marco, la solidaridad ya dependerá sólo de la buena voluntad sino será normatizada, pautada y organizada con el fin de establecer parámetros de ayuda social comunes a todas las organizaciones privadas.

La necesidad y la posibilidad de ser solidarios es una forma no sólo de tender una mano al que más lo necesita sino también es un vehículo de satisfacción propia, una manera de recompensar el alma. Así lo demuestra un informe publicado en el año 2010 que indica que “los países felices son más solidarios que los ricos”. La investigación estuvo a cargo de la organización World Giving Index, y publicada por la Charitie Aid Foundation.

Según la encuesta, en ese sentido, los países más solidarios son Australia y Nueva Zelanda, naciones con una larga trayectoria en la filantropía. El informe muestra que los australianos y neozelandeses son generosos con su tiempo, pero también, y sobre todo, con su dinero, y que esta solidaridad es apoyada e impulsada por sus gobiernos. Es decir, no depende sólo de la buena voluntad de las manos privadas, sino que ser solidario es política de estado.

La investigación de World Giving Index destaca que la generosidad de un país no está estrictamente relacionada con su cantidad de recursos sino más bien con el nivel de satisfacción de sus habitantes. Es decir, el acto de donar es una acción más bien emocional, y menos racional, y existe un ciclo positivo en ayudar: “Las personas más felices son más propensas a dar que la gente adinerada, y aquellos que dan se sienten más satisfechos al mejorar la felicidad de los demás, que a su vez en adelante sentirán una mayor inclinación a dar a otros, y así sucesivamente“.

Además, el World Giving Index pone de manifiesto la enorme variedad y complejidad de las formas en que los individuos contribuyen a sus comunidades en 153 países de todo el mundo. En este contexto, analiza tres grandes tipos de solidaridad: donar dinero, dar tiempo en trabajos de voluntariado, y ayudar a personas extrañas. Cada país tiene su propia forma de dar. Mientras en Lituania sólo el 4% dona dinero, este índice sube a un 83% en Malta; mientras sólo un 2% realiza trabajo voluntario en Camboya, la cifra llega a un 61% en Turkmenistán.

Y también ser solidario varía según las etapas de la vida. Los datos muestran que a nivel mundial, conforme mayores somos, más tendemos a dar (aunque esta tendencia se invierte en determinados países emergentes y en desarrollo). Por ejemplo, el 34% de los norteamericanos de 15 a 24 años se habían ofrecido como voluntarios en el mes anterior a la realización del estudio, y más del doble, el 76% de las personas mayores de 50 años, lo había hecho.

Más allá de las estadísticas, los países y las tendencias, ser solidario está ahí, la posibilidad de tender una mano es una acción que podemos empezarla hoy y darle continuidad cada día de nuestras vidas. No sólo harás feliz a tu prójimo sino a ti mismo.