La verdadera educación

La verdadera educación

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educacion812“Vuelta a la escuela”, “comienzo de clases”, “inicio del ciclo lectivo”, “vuelta a clases”…son muchas las maneras en que nos referimos a que vuelve a empezar, después de tres meses de vacaciones, un nuevo período en que chicos y adolescentes retornan a las aulas para “formarse” y estudiar durante nueve meses todos los años.

Los padres se intranquilizan y la ansiedad los invade, ya que hay que “equipar” a los hijos.

Las preocupaciones van desde elegir una buena institución, conseguir la vacante o conservar la del año anterior, pasando por si comenzarán las clases, si habrá paro docente, si va a estudiar algo además del colegio como idiomas, algún deporte u otra disciplina útil para el futuro, hasta llenar la mochila con los siempre costosos útiles, libros y computadoras que hacen falta para apoyar la enseñanza.

Pero hay algo que es más importante y que es el cimiento de toda educación, algo fuerte y sólido, algo poderoso que garantiza el futuro de cualquier hijo. Son los valores familiares, los ejemplos vistos y aprendidos que sirven como base para todos ellos. Sea quien sea, hijo de un millonario o de un padre que gana poco. Estudie lo que estudie, ingeniería o albañilería. Lo haga donde lo haga, en la mejor universidad o en una escuelita rural. Y lo haga con los útiles que fuere, con una computadora de última generación o simplemente con un lápiz y un papel.

Si equipamos a nuestros hijos con una sólida formación desde el hogar ellos serán vencedores adonde vayan.

Es el más grande de los desafíos.

Pero tengo dos buenas noticias:

La primera es que educar a un hijo triunfador es posible aun hoy, en medio de una sociedad conflictiva, competitiva y difícil. Tenemos un arma imbatible, la fe. Y un Maestro Único y Universal que nos la da para que la usemos, la transmitamos y la enseñemos de generación en generación.

La segunda es que en la universidad de ese Maestro siempre hay vacantes para quien tenga realmente ganas de aprender a ser un verdadero vencedor, formado y equipado con la verdadera educación.

Anote a sus hijos en esa universidad y estudie usted también con ellos.

Todo lo demás es realmente secundario.

Fotos: Thinkstock