La vanidad

La vanidad

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 “La paz del Señor sea con usted, obispo. Me gustaría saber si la práctica de cortarse el cabello, pintarse las uñas y usar pantalón es pecado. Yo soy de una iglesia tradicional y fui retada dos veces por ese motivo; yo me siento incómoda por la situación. ¿Hacer eso es vanidad? ¿Estoy pecando por hacer eso? Maria Cazé.”

Respuesta:

El Señor Jesús vino al mundo para liberar al pueblo de la esclavitud, por lo tanto, nadie tiene el derecho de decirle lo que debe o no debe hacer o usar. La Palabra de Dios debe ser el manual de vida del cristiano y es muy importante destacar que Dios no impone  absolutamente nada, tan solo propone; así lo dice el profeta Isaías: “Si quisiereis y oyereis, comeréis el bien de la tierra.» (Isaías 1:19)

Infelizmente, algunas personas viven bajo la imposición de reglas y doctrinas que no añaden nada positivo a sus vidas; todo lo contrario, las hacen quedar miopes, conduciéndolas, muchas veces, al fanatismo religioso. Todo eso, fruto de una interpretación equivocada de la Palabra de Dios.

El apóstol Pedro dijo: «Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos, sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios» (1 Pedro 3:3-4). En ese texto queda claro que lo más importante para Dios es que la persona cuide su interior y busque el nuevo nacimiento.

En esa orientación el apóstol, no hace ningún tipo de restricción en cuanto a que la persona cuide también su exterior. Él prioriza el interior, pero nuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo y debe ser muy bien cuidado y presentable. Es natural que la mujer cuide de sus manos, su cabello, su vestimenta (discretas); eso no constituye un pecado.

En cuanto al pantalón largo, ¿quién dijo que esa es únicamente una prenda masculina? Vale recordar que en la época del Señor Jesús, los hombres usaban vestidos, incluso Él.

Amiga, el simple hecho de estar sintiéndose incómoda es suficiente para cambiar.  Piense en esto y pídale dirección a Dios.

Que Dios la bendiga rica y abundantemente en el Nombre del Señor Jesús.