Fue despreciada por su propia familia, pero todo cambió

La culpa es una de las emociones que desprende mayor cantidad de energía negativa. Esta fuerza inmoviliza el presente de una persona y puede llegar a reflejarse en una severa depresión.
Cuando esta emoción se une a síntomas como nerviosismo, insomnio y deseos de suicidio no se trata de un simple disgusto o desánimo, sino de un problema espiritual que tiene solución, cuando se le da el tratamiento correcto.
Rebeca atravesó un momento muy difícil. Hoy puede decir que eso forma parte del pasado. Conózcala en el siguiente video:
Si usted se siente así o sufre con otro tipo de problemas, lo esperamos este viernes en Av. Corrientes 4070, a las 8, 10, 12, 16 y especialmente a las 20. O en el Cenáculo del Espíritu Santo más próximo a su hogar.