“Estoy decidido a ser de plástico y nadie me lo va a impedir”
El empresario y modelo eslovaco Justin Jedlica (foto), de 34 años, ya gastó más de 150 mil libras (229.590 dólares) para parecerse al muñeco Ken. En los últimos 15 años, fueron 192 intervenciones quirúrgicas, entre ellas,cinco reparaciones de nariz, implantes en el pecho, bíceps, hombros, nalgas, glúteos, pantorrillas y aumento de labios, mentón, mejilla y frente.
Quien piensa que él está satisfecho con su apariencia, se engaña. Justin dijo recientemente al periódico británico Daily Mail que no dejará de hacerse cirugías hasta que sea 100% de plástico.
El último procedimiento quirúrgico fue un cuádruple implante en la espalda arriba de los músculos, 2 placas grandes arriba y dos más chicas en ambos lados, él mismo las diseño y su objetivo era “crear la ilusión de alas”.
“Mis implantes son únicos, ya que yo mismo fabriqué artesanalmente cada pieza para asegurarme que coincidirían con la estética del muñeco Ken. Quiero crear la ilusión de alas en la espalda”, declaró Justin. “Como un artista, siempre me gustó diseñar y esculpir, y mis cirugías plásticas son una extensión de mi creatividad.”
Un reality show norteamericano grabó el antes y el después del implante (vea el video al final de la nota, publicado por Daily Mail. Atención: contiene imágenes fuertes). “Él ya se hizo muchas cirugías, pero Justin me buscó para hacer algo que jamás habíahecho antes”, explicó el cirujano LeifRogers. El implante de “alas” es el primero en el mundo.
El modelo despertó el interés por las cirugías plásticas a los 17 años, pero recién a los 18 pudo hacer la primera, porque los padres no estaban de acuerdo. Desde entonces, no paró más. “Ya tengo casi todas las partes de mi cuerpo retocadas”. Y Justin insiste en querer la perfección. “Como una persona muy detallista, yo siempre encuentro algo nuevo para criticar y corregir”, dijo él. “Tengo la reputación de ser uno de los más obsesionados en la cirugías extremas del mundo, y yo amo desafiar mis límites”.
Justin se arriesgó a quedar ciego, para retirar venas de la frente en un proceso peligroso, cerca de los ojos. “Tenía tres venas en la frente y saltaban cada vez que sonreía”, explicó.
“Yo sé que tengo un largo camino por recorrer, pero estoy tan decidido a ser de plástico, que nada me va a impedir alcanzar mi objetivo.”
Exceso de vanidad
Muchos buscan la perfección a cualquier costo y se arriesgan sin pensar en las consecuencias.
¿Quién podría hacerse tantas cirugías sino es por el exceso de vanidad?
En Proverbios, Dios nos enseña a ser moderados, para no cometer exageraciones: “No codicies su hermosura en tu corazón, ni ella te prenda con sus ojos.” Proverbios 6:25
La Palabra de Dios también afirma que nuestro cuerpo es Templo del Espíritu Santo: “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?” 1 Corintios 6:19
Como habitante de ese templo, concedido por Dios, tenemos la obligación de cuidar de la mejor forma posible de él, pero sin exageración. Cuando uno tiene una vida con Dios, la fuente de alegría y belleza viene de Él, y las intervenciones quirúrgicas son un complemento, pero no la solución para alcanzar una perfección intangible.
Vea el video con una parte del documental producido sobre el “Ken humano”.