El corazón engañoso lleva a muchas personas a cultivar raices malignas

El corazón engañoso lleva a muchas personas a cultivar raices malignas

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El engaño del corazón lleva a muchas personas a cultivar raíces malignas dentro de si

Muchas personas se sienten víctimas de envidia dentro del trabajo, en la familia, en la escuela o, incluso, entre sus amigos. Sin embargo, en algunos casos, astutamente, ese mismo sentimiento se hace presente también dentro de quienes se consideran afectados. Es necesario destacar que son pocos los que deciden buscar, en su interior, la razón por la cual no logran tener éxito en la vida; y terminan transfiriendo la responsabilidad de todos sus males y sufrimientos a terceros.

La Biblia está repleta de exhortaciones respecto a la necesidad que tiene el ser humano de buscar la sinceridad y humildad para no dejarse engañar por los sentimientos. Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá? (Ezequiel 17:9)

En su blog, el obispo Renato Cardoso desafía a los lectores a identificar si cargan con un corazón envidioso dentro suyo. Para este fin hace tres preguntas claves:

1. ¿Hay alguien que usted conozca y por quién usted no logra sentirse feliz, por más que lo intente?

2. ¿Usted se alegra secretamente, cuando algo malo le sucede a esa persona?

3. ¿Usted se pone triste, cuando ve que le sucede algo bueno?

“El primer paso para obtener el diagnóstico es responder estas preguntas con sinceridad, este revelará su lado oscuro”, explica el obispo.

Una vez respondidas estas preguntas, el obispo continúa el desafío:

“Ahora piense en las respuestas a las siguientes preguntas: ¿Por qué el éxito de aquella persona lo hace sentir mal? ¿Qué sentimientos comienza a tener cuando escucha que algo le salió mal a esa persona?  ¿Por qué piensa que tiene esos sentimientos?

¿Cómo explica estos sentimientos? ¿Qué se dice a sí mismo para intentar justificarlos como correctos? ¿Qué tendría que cambiar en usted, para sentirse feliz con el éxito de aquella persona? Qué le está impidiendo ese cambio?

¿Qué puede hacer usted, comenzando desde ahora, para caminar en dirección al cambio dentro de su corazón?

Y finalmente da el diagnóstico

“Si, usted sufre por tener un corazón envidioso. Tal vez usted esté juzgando a aquella persona por sus propias experiencias y dificultades de su vida. De pronto en su subconsciente, una voz casi inaudible le dice: ‘¿Quién se piensa que es para tener todo regalado, mientras yo tuve que luchar y gemir por cada migaja que conquisté en la vida?… ¡Eso no es justo!

Usted es prisionero de su pasado, de sus principios y valores malformados. La buena noticia es que usted puede cambiar esto. Pero usted necesita llegar hasta la raíz. Y ahora, que usted ya sabe cuál es el mal… no le tenga lástima, córtelo. Usted va a sentirse muy diferente y completamente libre”, recomienda el obispo.