Domingo 25 de Julio de 2010
Día de la decisión
“Me da mucho gusto estar acá junto a todos ustedes”, dijo el obispo Romualdo apenas pisó el césped del estadio de Racing Club de Avellaneda, que se encontraba repleto.
A pesar del mal tiempo, que tuvo lluvias y temperaturas por debajo de los 5ºC, miles de personas participaron del Día de la Decisión, uno de los mayores eventos organizados por la Iglesia Universal del Reino de Dios en su historia en Argentina.
Misiones, Entre Ríos, Córdoba, Santa Fe, San Juan, San Luis, Mendoza, Corrientes, La Pampa y Santiago del Estero fueron las provincias que estuvieron presentes en el evento, junto con muchas localidades del interior de la provincia de Buenos Aires, como Olavarría, Bahía Blanca, Mar del Plata, Bragado, Zárate y otras tantas del Gran Buenos Aires, Grand Bourg, Pilar, Florencio Varela, San Fernando, Lanús, Lomas de Zamora, Boulogne, Moreno, Lobos, Morón, Caseros, La Plata, Quilmes, Merlo, Monte Grande, Laferrere, San Justo, San Miguel, Wilde, San Martín, Pilar, Berazategui y todos los barrios de la Capital Federal.
Ya en la primer oración, el obispo rogó a Dios por todos los presentes: “algunas de estas personas están afligidas por los problemas en la familia, o con insomnio, depresión, algunos incluso han pensado en morir porque hace mucho que la vida es cruel con ellos, han tenido una vida de tragedias y por eso nos reunimos aquí, y te hemos pedido, oh Dios, que consagres este estadio, para que cuando la gente ponga sus pies aquí, sean, en Tu Nombre, sanadas, liberadas y tengan su familia reconstruida”.
A continuación, el obispo transmitió un mensaje de fe: “Vamos a determinar que todas las personas que tienen problemas de salud, en el amor, económicos o familiares salgan de acá liberadas en el Nombre de Jesús. Usted tiene la oportunidad de tener su vida transformada porque Él jamás le dirá que no a usted, nuestro Dios es el Dios del ‘sí’”, afirmó. A continuación, el obispo y los pastores realizaron un fuerte clamor de liberación espiritual, para reprender las fuerzas del mal que actuaban en la vida de las personas. Luego de la oración, muchos afirmaron que los dolores que sentían habían desaparecido.
Finalmente, todos los pastores clamaron al pie de la cruz por las familias, determinando que todos los problemas familiares del pueblo fueran arrancados por el poder del Espíritu Santo.
La última oración de la reunión se realizó en el campo de juego del estadio, en el que los pastores y el obispo extendieron sus manos y bendijeron a las personas que participaron de esta gran concentración de fe y a todo el pueblo argentino.