Deje el pasado atrás
El obispo Edir Macedo realizó el domingo 16 la Concentración de Fe y Milagros, a las 9:30, en el Cenáculo del Espíritu Santo en Santo Amaro, en San Pablo, donde la multitud presente pudo aprender sobre la importancia de realizar un pacto con Dios.
Al principio de la reunión, el obispo enseñó que las hastas de la cruz tienen un gran significado espiritual para la humanidad. El hasta vertical simboliza la alianza entre la persona y Dios, la horizontal la relación amorosa entre el hombre y la mujer. “Dios, en la persona del Espíritu Santo, quiere andar con usted, habitar en su interior, inspirarlo, darle ideas, traerle soluciones, hacerlo razonar de acuerdo con Él. Cuando usted afirma esta hasta vertical, entonces, vienen los brazos de la cruz, que es la esposa o el marido, porque el ser humano no nació para vivir solo”, explicó el obispo.
En una segunda parte del mensaje, el obispo leyó el pasaje bíblico de Josué, capítulo 1:3, en el cual Dios le da ánimo a Josué que se lamentaba por la muerte de Moisés, y sobre el tema explicó: “Aunque Dios sabía que Josué estaba enterado de que Moisés estaba muerto, Él se lo recordó, para que se deshaga de lo que quedó atrás. Por lo tanto, quite de su cabeza su memoria del pasado. Lo bueno que usted aprendió, consérvelo y, lo que no aprendió y sufrió, tírelo a la basura. Muchos se quedan andando en círculo, con miedo del pasado, porque les falta seguridad. Y usted no puede dar un paso adelante si carga el pasado adentro”, destacó.
Además de dejar atrás los traumas, las frustraciones y acusaciones, es necesario también que se ejercite la fe, pues por medio de ella, nada será imposible para el que cree en el Señor Jesús. “Esa fe no viene de la universidad, del pastor, de la iglesia, viene del Espíritu del Altísimo. Y cuando usted tenga esa fe, nadie podrá detenerlo, porque si nadie cree en usted, Dios cree. La fe es el Espíritu de Dios moviéndose dentro de usted, ¿y quién puede destruir a una persona que está en comunicación constante con Dios?, concluyó, llamando adelante del altar a las personas que estaban decididas a hacer una alianza con Dios.