Creando cavernas

Creando cavernas

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Son muchos los que se esconden dentro de cavernas creadas por sus propias manos

Usted crea su caverna cuando se deja llevar por las circunstancias. En ese momento, se limita por el miedo, que lo hace retroceder del objetivo; la duda lo deja desorientado, las distintas voces dividen sus fuerzas; o las distintas experiencias que atraviesa,  lo llevan a la destrucción.

Tal vez, es por esta causa que quien ha sacado provecho de su vida son los errores cometidos que no fueron perdonados; esa profunda tristeza, celos desenfrenados, las inseguridades, los pensamientos obstinados… en fin, usted sabe muy bien qué o quién ha sido el capataz de su vivir.

Ante ese escenario, usted ha cavado cavernas fuertes y profundas, y se esconde detrás de una excusa o una justificación para no revertir esa situación. Usted trabaja y lucha, pero no sale de lo mismo que vive.

¿Sabe cuál es el motivo? ¡Usted no ha hecho lo que es bueno delante de Dios! ¿Pero, cómo? Usted no ha usado la fuerza del intelecto, de la inteligencia, sino que ha hecho uso del corazón, que ¡siempre engaña!…

Su vida no ha sido pautada sobre una fe sobrenatural, sino por una fe circunstancial, y ¡por eso usted no avanza! La pregunta es esta: ¿Eso es vida? ¿Quiere continuar así? O usted, quiere salir de esa caverna?

Saliendo de las cavernas

Usted sale de la caverna cuando rechaza resignarse frente a las barreras que se encuentra en el camino. Cuando hace todo lo opuesto a su voluntad.  Esa voluntad   “urra” por el conformismo, por la comodidad, cuando su inteligencia grita ¡acción, indignación!

Hubo un hombre que no aceptó el ahogo de la caverna, todo lo contrario, se puso delante de su afrenta ¡como un verdadero indignado! Él no escuchó a nada y a nadie! Él fue único, no se escondió de sus miedos, sino que los enfrentó con coraje y con indignación! Hablo de Gedeón, un inconforme con su forma de vida.  ¿Por qué? Porque para él era inadmisible creer en un Dios tan grande y vivir al límite de la desesperación y del dolor, fue por eso que él traspiró indignación.

Ese tipo de indignación que produce seguridad e independencia, que nos hace salir de la comodidad de nuestro lugar para desafiar lo que nos impide progresar. Cuando usted actúa con esa fuerza, usted cambia la historia de su vida ¡y de los que están a su alrededor! ¿Qué es lo que usted quiere? ¿Vivir en un lugar supuestamente seguro, o revolucionar su situación de vida?

Es importante dejar claro que seguir el camino de la indignación, ¡exige sacrificio!