Corto y largo plazo: cambie su mentalidad

Corto y largo plazo: cambie su mentalidad

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Muchas personas no se dan cuenta de que los problemas que enfrentan derivan de su mentalidad a corto plazo, que es cuando se actúa sobre lo que quiere sentir y resolver aquí y ahora, mientras que la mentalidad a largo plazo es lo contrario, se actúa ahora pensando en el después.

Lamentablemente, el ser humano tiende a tener una mentalidad de corto plazo. Por ejemplo, usted que quiere comer una torta azucarada, los ojos se le iluminaron, incluso antes de probarla. Usted sabe que sentirá placer al comerla y no piensa que le hará mal a su salud o que no será compatible con su objetivo de bajar de peso.

La mentalidad a corto plazo es ir al shopping, pagar en cuotas la compra del producto, luego quedarse con el presupuesto ajustado durante todo el año; es tener un malentendido con su marido o con su hijo, ofenderlo e ir a la iglesia porque sabe que debe a arreglarse con Dios, sin embargo, lo deja para después, porque prioriza otras cosas.

El rey Salomón, con toda su sabiduría, dio un ejemplo al respecto: «Ve a la hormiga, oh perezoso, mira sus caminos, y sé sabio; la cual no teniendo capitán, ni gobernador, ni señor, prepara en el verano su comida, y recoge en el tiempo de la siega su mantenimiento. Perezoso, ¿hasta cuándo has de dormir? ¿Cuándo te levantarás de tu sueño? (…) Así vendrá tu necesidad como caminante, y tu pobreza como hombre armado», Proverbios 6:6-11.

Tal vez usted siempre está quejándose de la vida, porque ha sido impulsivo, ansioso e inconsciente: hace las cosas pensando en las necesidades del presente, pero no piensa en el impacto que tendrán en el futuro. Cada vez que haga algo, considere el mañana. Reflexione si desea una satisfacción rápida o continua, y acuda a la hormiga, quién sabe si usted aprende la lección y cambia la historia de su vida.