Ahora que usted sabe sobre el Ayuno de Daniel y sus beneficios, y siente el deseo de participar en esta campaña de fe, sepa cómo debe proceder…

“Cuando Daniel supo que el edicto había sido firmado, entró en su casa; abiertas las ventanas de su habitación que daban a Jerusalén, se arrodillaba tres veces al día, oraba y daba gracias delante de su Dios como solía hacerlo antes” Daniel 6.10

Al igual que el profeta Daniel – que oraba tres veces al día –, durante 21 días, los participantes también deberán orar a las 8:50hs. de la mañana, a las 14:50hs. de la tarde, y a las 22:50hs. Además, para que la limpieza espiritual sea completa es necesario que la mente esté limpia de las cosas de este mundo. Por eso, quien quiera participar, deberá privarse de toda forma de información secular vinculada a sitios web, diarios impresos, revistas, programas de televisión, radio, internet y entretenimientos.

Lógicamente, al principio, el participante se sentirá extraño, como un pez fuera del agua respecto de este mundo, inundado de todo tipo de temas que no tienen nada que ver con la fe. Sin embargo, a medida que los días fueran pasando, él se dará cuenta del gran cambio que el Espíritu de Dios estará haciendo en su interior.

Alimento espiritual
La persona que participe podrá alimentarse de toda forma de contenido espiritual que contribuya a su fe. Libros de la IURD, mensajes bíblicos, programas de la iglesia, TV IURD, blog del Obispo Edir Macedo, lectura de la Biblia, en fin, asuntos que alimenten su espíritu.
Mientras tanto, las personas que trabajan o dependen de información, de alguna manera, como los profesionales del área de comunicación, por ejemplo, están exentas. Aún así, nada les impide encontrar una manera para no quedarse afuera.

La campaña comienza el 1º de agosto, y finaliza el 21 de agosto.

Vea las distintas experiencias de quienes participaron en la 1° Campaña del Ayuno de Daniel, haciendo click aquí.

Muchos que dejaron de ver la televisión, acceder a Internet y alimentar el alma con entretenimientos recibieron el sello divino y el avivamiento del Espíritu de Dios.

El Ayuno de Daniel es una gran oportunidad para quien aún no nació de Dios, y quiere tener un encuentro con Él. También lo es para aquellas personas que anhelan un crecimiento espiritual aún mayor de lo que ya tienen. Es con el Bautismo del Espíritu Santo que nos damos cuenta lo inmaduro que éramos, y cuán dependientes éramos de los demás cuando se trataba de nuestra propia vida espiritual. Por todo eso, para tener esta transformación, participe de la campaña y luche para recibir el sello de Dios.