Casos imposibles

Casos imposibles

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«Mi mamá tuvo un accidente, su cara impactó contra el piso y convulsionó. Eso produjo una hemorragia en el cerebro. Presentó fracturas en la cara, los dientes y la nariz. Estuvo en terapia intensiva y pasaba de un hospital a otro. Los médicos evaluaban operarla y me dijeron: «Ella está así de manera temporal, pero puede ser que ya no la veas más”. Sin embargo, gracias a Dios, el sangrado se detuvo. Cuando le hicieron la resonancia, no encontraban la explicación, no entendían cómo fue que sucedió y decidieron no operarla. Le dieron el alta y ya está en su casa».

 

«Tenía dolor en el costado del abdomen y estuve durante siete horas en observación. Me dieron suero, me sacaron placas y los médicos me dijeron que podía ser la vesícula o el apéndice. Entonces, me acerqué a la reunión de los Casos Imposibles, pasé por el Valle de la Sal y sentí como un fuego. Desde ese momento, no me dolió más».

 

«Fui curada de ataques de pánico y me liberé de los vicios del juego y el alcohol. Ya no consumo ninguna de esas sustancias. También hubo un cambio en mi economía y en mi salud. Hoy mi vida está transformada, gracias a Dios».

 

 

Participe de la reunión de los Casos Imposibles todos los sábados a las 7 h, 9 h, 12 h, 15 h y 20 h en la Universal más cerca de su domicilio.

Si usted quiere comunicarse con nosotros, puede hacerlo llamando al: (011) 5252-4070.