Aliado a Dios

El obispo Macedo enseña que el milagro sucede cuando el ser humano absorbe los pensamientos divinos
“La bendición de Dios no es un pase de magia. La bendición se produce cuando el ser humano absorbe los pensamientos divinos y los pone en práctica. Cuando eso sucede no hay manera que algo salga mal en su vida.” La afirmación fue hecha por el obispo Macedo durante el programa de la IURDTV, cuando reveló el secreto para que suceda el milagro en la vida de quienes creen.
Según el obispo, la fe inteligente funciona de la siguiente forma: la persona cree en Dios y también en sí misma. La sociedad del ser humano con Él es lo que hace la diferencia. “Cuando entiende y actúa de esa manera, no hay demonio, crítica, brujería o envidia que pueda impedirle alcanzar su objetivo. Usted no necesitará del favor de nadie. Va a contar con usted mismo y con Dios, eso se llama fe inteligente”, explicó.
Para quienes son cristianos fieles y bautizados con el Espíritu Santo pero su vida no coincide con las promesas hechas en la Palabra de Dios, el obispo aclara porqué sucede: según él, en el versículo 36 del capítulo 11 del libro de Lucas está la respuesta: “Así que, si todo tu cuerpo está lleno de luz, no teniendo parte alguna de tinieblas, será todo luminoso, como cuando una lámpara te alumbra con su resplandor.” (Lucas 11.36)
“En los versículos anteriores Jesús dijo: ‘La lámpara del cuerpo es el ojo; cuando tu ojo es bueno, también todo tu cuerpo está lleno de luz; pero cuando tu ojo es maligno, también tu cuerpo está en tinieblas. Mira pues, no suceda que la luz que en ti hay, sea tinieblas” (lea Lucas 11.34, 35).
“Lo que Dios dice a través de estos versículos es muy fuerte. Hay personas que dicen creer en Dios pero parte de ellas está en la luz y parte de ellas en las tinieblas”, enfatizó. Lo explicado por el obispo Macedo fue que muchos de los que afirman ser fieles a Dios tienen sus vidas estancadas. “Si no sucede nada en su vida es porque existe la posibilidad de que haya una parte de su cuerpo en tinieblas y eso ocurre por sus ojos.
A veces usted es una persona íntegra, de buen carácter, con una conducta ejemplar, pero es maliciosa y solo observa los defectos de los demás. Todos nos equivocamos, pero cuando usted solo nota los defectos es porque sus ojos son malos (lea Mateo 6.22-23)”, alertó
Para quienes observan los defectos y también las virtudes de los demás, el obispo aclara que parte es luz y la otra parte está en tinieblas. “Quien es de Dios quiere el bienestar del semejante, no importa quien sea. Es por eso que muchas personas están en la iglesia, pero impiden dentro de sí, la acción de Él. El hombre y Dios tienen que trabajar juntos, igual que un matrimonio. De esa forma hay una concordancia y entonces ¿quién podrá impedirle tomar posesión de lo que usted proyecta?”, preguntó.
El obispo Macedo destacó que cuando una persona tiene una parte en las tinieblas, no logra entender las enseñanzas de Dios. Para que haya un cambio es necesario que se realice una autoevaluación para comprobar dónde es necesario cambiar.
“La persona de Dios tiene un comportamiento distinto y exhala el perfume de Jesús a donde vaya. Una vez, una persona vino a hablar conmigo sobre otra persona de la iglesia que estaba usando la ropa apretada. Yo le pregunté: ¿Usted pensó que ella pudo haber engordado y no pudo cambiar su vestuario o que está pasando por una situación económica muy difícil?
Nosotros no sabemos lo que ha sucedido en la vida del otro y son esos buenos ojos que hacen la diferencia los que agradan a Dios y los que no le agradan. Cuando la persona es de Dios, no existe blanco o negro, mujer u hombre, rico o pobre. Lo que existe es el alma. En la Nueva Jerusalén, nadie tendrá un cuerpo mejor que el otro. Todo va a ser nuevo, pero para llegar allá hay que pagar el precio (lea Apocalipsis 3.12; 21.2)”, concluyó.