Abraham: receta para una vida plena

Muchos son herederos de las promesas divinas hechas al patriarca, pero no se dan cuenta

Cuando hablamos de Abraham, estamos hablando de Génesis, de una nueva vida, ya que hablamos de su fe, de su Dios, de su obediencia, de su sacrificio, de su empeño, dedicación y su carácter.

Abraham fue un héroe de la fe. El ejemplo que dio es la receta para una vida plena y bendecida. Él fue llamado a los 75 años y alimentaba el sueño de tener un hijo desde que se casó con su esposa. Y cuando Dios lo llamó para decirle que iba a realizar su deseo, haciendo mucho más de lo que él podía imaginar, le ordenó que mirara hacia el cielo, a las estrellas, hacia el infinito demostrándole así que no hay nada imposible para Él.

Aun frente a todo esto, las promesas que Dios le había hecho a Abraham solo se cumplieron cuando llegó a los 100 años, es decir, 25 años después. Sin embrago, Abraham no se desanimó, muy por lo contrario, él creyó contra la esperanza.

Usted que vive infeliz, que vive un infierno… usted que no tiene más razón para vivir, que piensa en suicidarse como un escape a sus problemas; sepa que si imita a Abraham, su vida será transformada. Abraham vivió 175 años, el hijo que tanto quería nació cuando él tenía 100 años. Su mujer murió y aun así, él vivió 75 años más. Tuvo otras familias y hoy, 2 de cada 3 personas como mínimo son descendientes de Abraham y ni siquiera lo saben. Usted puede ser un descendiente de Abraham y heredar las promesas que fueron prometidas por Dios, basta que siga el ejemplo dejado por Él.

Dios no exige nada que usted no tenga para dar, o que no pueda hacer. En lugar de andar preocupado con cosas insignificantes, piense en esto y use la vida de Abraham como receta para su vida. Dios quiere vivir en comunión con usted para que le suceda lo mismo que le sucedió a Abraham; quien a pesar de sufrir, enfrentar luchas y problemas nunca fue llevado al fracaso.

Por más que tengamos que pasar por injusticias o difamaciones, sepa que Dios permite que pasemos por tribulaciones, pero no permite que las tribulaciones nos sofoquen. Él permite que lleguemos al fondo del pozo, pero no nos deja morir allá.

Cuando abrazamos la fe en el Dios de Abraham, nos volvemos inquebrantables, indestructibles. Pero para que eso suceda, es necesario tener una sociedad con Él. Yo estoy hablando del Dios de los imposibles, El que hace de usted una nueva criatura, el Todo Poderoso, el Dios de la Biblia, Aquel cuya palabra no vuelve vacía.

Por ese motivo, despiértese y use su inteligencia. Usted que es muy vanidoso, orgulloso, reconozca que no somos nada; use su razón en lugar de usar su corazón. Piense: “si funcionó la alianza de Abraham con Dios, entonces la mía también va a funcionar”. Así funciona para los que creen y son herederos, porque con toda seguridad, hay muchas personas que son herederas de Abraham que no están tomando posesión de esa herencia. Usted tiene un padre muy rico y vive una vida muy miserable , tan solo por no tomar posesión de la promesa, porque no asumió su fe.

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