¿A dónde quiere llegar?

¿Ha notado lo importante que es autoevaluar nuestra vida?
¿Cómo sabemos que nos estamos desarrollando si no nos damos cuenta cuánto crecimos? Y ¿cómo podemos mejorar si no sabemos a dónde queremos llegar?
Para reflexionar sobre estas cuestiones, el Proyecto IntelliMen promovió, el 6 de agosto, la 8° reunión del «Año de la Disciplina», en el Templo de Salomón, ubicado en la capital de San Pablo.
Muchos hacen esta autoevaluación de manera incorrecta, miran la vida de los demás y se sienten inferiores o superiores a ellos.
Ellos pueden pensar: «Mi vida es mejor que la de fulano» o «mi vida es peor que la de mengano». Y eso no es productivo.
Fue lo que destacó el obispo Domingos Siqueira (foto de arriba) durante la reunión: «Entonces, usted mira la situación del otro que es peor que la suya y cree que no necesita mejorar. Después de todo, hay personas que están en una situación peor. Las personas que vencen en la vida, los vencedores que marcan la diferencia en el mundo, no tienen ese tipo de pensamiento. Por otro lado, usted tampoco tiene que compararse con los que están en una condición mejor. Nosotros no estamos para compararnos con las personas, no tenemos que ser superiores a nadie, y tampoco sentirnos inferiores.»
Por eso, la mejor manera de autoevaluarnos no es mirando la vida de los demás, sino la propia: quiénes somos, qué hemos hecho y a dónde queremos llegar. Considere su potencial, lo que usted puede ser.
«Trabaje en eso. Nadie mejor que usted mismo para reflexionar sobre cómo ha sido su vida. No debe decirle a nadie, usted se conoce, entonces, evalúese. Usted es una persona que piensa: «Quiero llegar a este determinado lugar, tengo una meta, entonces, ¿qué debo hacer para alcanzar este objetivo?» ¿Usted hace una evaluación de los esfuerzos que ha aplicado o no para alcanzar ese objetivo? Si los ha aplicado, vea si es necesario hacer algo más. Yo no puedo, por ejemplo, querer un cargo en una empresa de gran responsabilidad, que exige un conocimiento técnico, si no tengo ese conocimiento técnico. Usted debe prepararse. Vea lo que le falta. Esta autoevaluación sirve para todas las áreas de nuestra vida», aconsejó el obispo.
Entonces, después de que la persona define a dónde quiere llegar, el segundo paso es establecer las metas necesarias, los caminos, para llegar allá.
El hombre que aplica la disciplina en su vida separa un tiempo periódicamente para preguntarse: ¿Cómo lo estoy haciendo?»; «Si continúa así, ¿a dónde voy a llegar?» «¿Es momento de cambiar de rumbo?» Y es eso lo que hace la diferencia en su vida.
Proyecto IntelliMen
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Los esperamos este sábado 03 de septiembre a las 17 h, en Av. Corrientes 4070 – Almagro y por videoconferencia para todo el país.