¡No sirve!

¡No sirve!

Por

No sirve nada, si no se nace del Espíritu de Dios

No sirve ser religioso.

No sirve ser un miembro activo en la iglesia.

No sirve tener un título de obrero, de pastor, de obispo o de lo que quiera que sea.

No sirve ser diezmista y ofrendante fiel.

No sirve ser responsable en sus deberes.

No sirve alabar a Dios.

No sirve conocer bien la Biblia.

No sirve estar bien casado.

No sirve una educación superior, pos-grado, ser exitoso, rico tener el mundo a sus pies.

No sirve nada, si no se nace del Espíritu de Dios.

Sólo Él hace generar la naturaleza espiritual, es decir, la naturaleza Divina.

Satanás es espíritu.

¿Cómo vencerlo si no fuera en espíritu, también?

¿Cómo vencer al espíritu malo, si no fuera un espíritu bueno?

¿Cómo vencer a los espíritus de las tinieblas si no fuera con el espíritu de la luz?

Solamente los nacidos de Dios vencen al mundo y al infierno.

Por eso, los participantes del Ayuno de Daniel deberán orar tres veces por día: por la mañana, a la tarde y a la noche. Quien quisiera unir su oración con nosotros, orará a las 8:50 de la mañana, a las 14:50 de la tarde y a las 22:50 hs.

Durante el ayuno, el Espíritu del Señor descenderá sobre todos los participantes sinceros.

Extraído del blog del obispo Macedo

21 Días del Ayuno de Daniel

El primero de agosto dio comienzo la Campaña de 21 días del Ayuno de Daniel. Este propósito fue realizado por primera vez, en la primera parte de este año, durante el período del día 28 de marzo hasta el día 17 de abril, que dio resultados maravillosos en la vida de quien se lanzó de cuerpo, alma y espíritu. Esta fe  que millones de personas fueron bautizadas con el Espíritu Santo, inclusive muchos niños tuvieron una experiencia extraordinaria con Dios.

Muchos que dejaron de ver la televisión, acceder a Internet y alimentar el alma con entretenimientos recibieron el sello divino y el avivamiento del Espíritu de Dios.

El Ayuno de Daniel es una gran oportunidad para quien aún no nació de Dios, y quiere tener un encuentro con Él. También lo es para aquellas personas que anhelan un crecimiento espiritual aún mayor de lo que ya tienen. Es con el Bautismo del Espíritu Santo que nos damos cuenta lo inmaduro que éramos, y cuán dependientes éramos de los demás cuando se trataba de nuestra propia vida espiritual. Por todo eso, para tener esta transformación, participe de la campaña y luche para recibir el sello de Dios.